10 años de Cabify, el “Uber” español
La plataforma española de alquiler de automóviles con conductor Cabify cumple sus primeros 10 años de actividad.
Hace 10 años que nació en España Cabify, una empresa de automóviles con conductor que en esta década ha vivido la transición de un modelo que nacía como rival de la revolucionaria Uber, al mismo tiempo que se generaba un enfrentamiento con el sector del taxi que todavía se mantiene, aunque actualmente con menos virulencia que unos años atrás.
De hecho las plataformas de alquiler de automóviles con conductor han abierto sus plataformas para que los propios taxis puedan convivir gracias a una reforma legislativa que admitió la asunción del modelo de precios cerrados también para los taxis. Concluyó así el crudo enfrentamiento que llevó a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) tuviera que regular el sector, entre protestas y huelgas en grandes ciudades como Madrid o Barcelona ante la actividad de las plataformas VTC (Vehículo Turismo con Conductor).
Pero más allá del automóvil en Cabify han tratado de ampliar su solución de movilidad urbana mediante acuerdos con otras plataformas que han dado cabida a otras respuestas como son los automóviles (Wible), las motocicletas compartidas (Movo), los patinetes eléctricos (Lime), las bicicletas (Velca) y hasta la logística con reparto de paquetería y mensajería o la especialización en el reparto de productos de supermercado (Lola Delivery).
Rentabilidad y futuro
Como en otros sectores, la pandemia ha supuesto un duro revés para Cabify, que en 2019 logró alcanzar la rentabilidad, pero cuyas cifras ha sufrido un retroceso tanto en el pasado año como en el actual. No obstante las previsiones para 2021 son cerrar el ejercicio con unos ingresos globales de 454 millones de euros. En gran medida estas cifras se deben a la recuperación en el mercado de Latinoamérica y al fin del confinamiento y el inicio de la movilidad en el ocio.
Lo que de momento queda descartado es el lanzamiento de nuevas rondas de financiación (mecanismo al que no se recurre desde hace dos años) así como una salida a Bolsa de la empresa, que por el momento no entra en los planes de la dirección.