Las empresas del ámbito financiero se enfrentan a la amenaza del deepfake, que crece con fuerza. Un deepfake recurre a la tecnología de inteligencia artificial (IA) para imprimir realismo a falsificaciones en el ámbito digital.
Sus ataques son más difíciles de detectar para los sistemas tradicionales y dejan en entredicho las medidas de protección que se están implementando.
Según el informe The Battle Against AI-Driven Identity Fraud de Signicat, los deepfakes se han disparado un 2.137 % en los últimos tres años.
“Hace tres años”, detalla Pinar Alpay, Chief Product & Marketing Officer de Signicat, “los ataques deepfake sólo representaban el 0,1 % de todos los intentos de fraude que detectamos, pero hoy representan alrededor del 6,5 %, es decir, 1 de cada 15 casos“.
En consecuencia, los deepfakes han pasado de no clasificarse entre los tres principales tipos de fraude de identidad digital a ser el más común.
Alpay define este aumento como “alarmante” y subraya el hecho de que “los defraudadores utilizan técnicas basadas en IA que los sistemas tradicionales ya no pueden detectar”.
Hasta un 42,5 % de las tentativas de fraude en el sector financiero recurren a la IA. La industria se enfrenta a situaciones como la apropiación de cuentas, el fraude en los pagos con tarjeta y el phishing.
Signicat destaca los ataques de presentación y los ataques de inyección como grandes consecuencias de la evolución del fraude por deepfake.
Todo esto forma parte del fenómeno del fraude de identidad impulsado por IA que permite a los ciberdelincuentes servirse de tecnologías avanzadas para hacer de las suyas.
“Las organizaciones deberían considerar sistemas de detección avanzados que combinen IA, biometría y verificación de identidad para protegerse contra estas amenazas”, opina Pinar Alpay, para quien “una estructura de detección múltiple es crucial”.
“Al combinar la evaluación temprana de riesgos, una verificación de identidad robusta y métodos de autenticación basados en biometría facial y un monitoreo continuo, las empresas pueden proteger mejor tanto sus operaciones como a sus cliente”, explica.
“La coordinación de estas herramientas en la combinación óptima es la esencia de una protección multicapa“, según este experto.
Actualmente, y a pesar del incremento del fraude impulsado por la IA, son minoría (22 %) las instituciones financieras que cuentan con herramientas de prevención adecuadas, basadas también en IA.
Además de actualizar su software de detección, las empresas deberían mejorar la concienciación de empleados y clientes para evitar problemas de seguridad.
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