Ricardo Lizarralde Ruiz, Director AT&T Southern Europe Middle East and Africa, adelanta cuáles serán las principales tendencias en el campo de la ciberseguridad en 2017.
Todos los días, el entorno de ciberseguridad cambia. Cada dispositivo nuevo conectado a la red supone un nuevo blanco para los cibercriminales. Cada comentario nuevo en las redes sociales crea nuevos riesgos para ataques de phishing o para la ingeniería social. Como resultado, la industria está evolucionando para enfrentarse a estos cambios.
Las tecnologías emergentes – como Internet de las Cosas, tecnología Cloud y dispositivos móviles – están teniendo un gran impacto en nuestra vida diaria. Pero por otro lado, son nuevos puntos de entrada para los cibercriminales.
Cada año, miles de millones de dispositivos son conectados en todo el mundo. Teniendo esto en cuenta, la conciencia de la demanda de seguridad es clave para la protección de las compañías.
Para el 2017, esperamos algunos cambios en ciberseguridad que afectarán a los usuarios, consumidores y organizaciones:
- La seguridad en IoT va a continuar siendo la principal preocupación de seguridad durante este año. Continuaremos viendo atacantes buscando vulnerabilidades en dispositivos a través de distintos sectores. Artículos como wearables conectados a la red, o puntos de cafés inteligentes atraerán aún más a los hackers debido a que frecuentemente se les presta una atención limitada a la seguridad en sus ciclos de desarrollo.
- Nuevas tecnologías para la autentificación como el escaneo biométrico, reconocimiento facial o “selfie scanning”, o autentificación usando dispositivos propios comenzarán a reemplazar las claves personales para tener acceso al contenido digital o incluso a edificios.
- Habrá un llamada para generar más apoyo gubernamental dirigido a al terreno de la ciberseguridad. En particular los legisladores estarán enfocados a proteger mejor los sistemas de TI públicos, fomentar el desarrollo de tecnologías más resistentes en las redes, y el papel de la política preventiva y de defensa activa nacional. También habrá una llamada para continuar desarrollando los estándares y las distintas tendencias de la industria, y posiblemente la certificación de programas para dispositivos IoT, ya que rápidamente se han convertido en el último campo de batalla.
Sin embargo, no está todo perdido. Si estamos preparados adecuadamente, podemos hacer el trabajo mucho más duro para los hackers que quieren explotar las debilidades de los sistemas. Como resultado de estos cambios, el mercado continuará cambiando en 2017:
- La seguridad se está externalizando: Las pequeñas y medianas empresas no tienen los recursos ni el tiempo necesario para implementar y actualizar constantemente los centros de seguridad, o para contar con equipos dedicados a la ciberseguridad. Como resultado, continuarán recurriendo a terceros y consultores que garanticen su seguridad y así puedan mantener sus defensas actualizadas y de una forma más económica.
- Incremento en trabajos de ciberseguridad: Los programas de educación en ciberseguridad continuarán incrementando, y los trabajos en la defensa de ciberseguridad para las organizaciones experimentarán un aumento a gran escala.
- Uso creciente de las herramientas automáticas: las tecnologías automatizadas ayudarán a mejorar el ritmo y el alcance de respuesta. Por tanto, las compañías ya no deben enfocar sus recursos humanos a encontrar y abordar los riesgos. En su lugar, las máquinas mejoradas deberían identificar las amenazas de forma automática, solo recurriendo a los trabajadores cuando sea necesario.
La seguridad ha recorrido un camino largo en el 2016, y continuará evolucionando en el 2017. Sin embargo, detectar y responder a las amenazas sigue sin ser fácil.Estamos avanzando para desarrollar nuestras soluciones y tecnologías con el fin de acabar con los ciberataques y ayudar a que los negocios de la actualidad estén equipados para que también puedan hacerlo.
Una oleada de amenazas conocidas y la incorporación de actividades cibercriminales han creado una preocupación subyacente y las empresas deben preguntarse: ¿Estamos haciendo lo suficiente para defendernos de las amenazas conocidas? ¿De dónde vendrá la próxima amenaza?
Los criminales siempre están buscando nuevas formas de acceder a las compañías. Sus prácticas de ciberseguridad deben ser determinantes para mantenerlas fuera.