Aumenta la censura de los gobiernos en Internet
Veintiséis de un total de cuarenta y un países estudiados de distintas partes
del mundo bloquean o filtran los contenidos de Internet, según un informe
mundial publicado el jueves por la alianza universitaria
OpenNet Initiative.
“El estudio muestra que la censura de Internet está creciendo en todo el
mundo”, señaló John Palfrey, director ejecutivo del Centro Berkman de Internet y
profesor de Derecho en la Universidad de Harvard EE.UU.
“El filtro y la vigilancia en la red pueden erosionar gravemente las
libertades civiles y la privacidad y asfixiar las comunicaciones globales”,
agregó el experto.
Según el informe, cada vez se suman nuevos países a esas prácticas de censura
y éstas se caracterizan además por una sofisticación creciente. Por ejemplo,
Irán, China y Arabia Saudita no sólo filtran material de distinto tipo sino que
bloquean también numerosos contenidos.
Corea del Sur es un caso interesante pues apenas practica la censura pero la
aplica a fondo cuando se trata de Corea del Norte, señala el informe. Y entre
los países que se dedican substancialmente al “filtrado político” de
informaciones en la red están Birmania, China, Irán, Siria, Túnez y Vietnam.
Arabia Saudí, Irán, Túnez y Yemen llevan a cabo también una importante
censura relacionada con las normas y los hábitos sociales.
Birmania, China, Irán, Pakistán y Corea del Sur son los países, entre los
estudiados, que más bloquean las noticias relacionadas con la seguridad
nacional.
Los objetivos principales de sus gobiernos son portales de extremistas,
separatistas o relacionados con disputas fronterizas.
Por el contrario no se detectó censura de Internet en otros países, entre
ellos Venezuela, Nepal, Malasia, Zimbabue, Israel, Afganistán y Egipto, así como
Cisjordania y Gaza, en algunos de los cuales los investigadores pensaban
encontrar algún tipo de filtrado.
Los autores del estudio citan entre los motivos principales para censurar
informaciones la política – se filtran o bloquean las informaciones de los
grupos de oposición, las normas sociales – también los contenidos considerados
ofensivos, y la seguridad nacional: se censuran los portales de grupos radicales
o separatistas.
La OpenNet Iniciative, autora del estudio, es fruto de la colaboración de las
universidades inglesas de Cambridge y Oxford, la estadounidense de Harvard y la
canadiense de Toronto.