El iPhone X de más de 1.000 euros (se venderá a partir de 1.159 euros en España, o 999 dólares en Estados Unidos) ya es una realidad. Ya ha sido presentado por Apple en un evento en el que también se ha hablado de Apple Watch, de Apple TV y de otros iPhone de nueva generación: el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus. Y es que Apple ha decidido presentar tres nuevos modelos de su popular smartphone. ¿Por qué? Según Jeff Orr, director de investigación en ABI Research, “Apple ha sido víctima de su propio éxito. Mientras que el primer modelo de iPhone anunciado hace 10 años diferenció a Apple de otros fabricantes de teléfonos móviles como el pionero en smartphones“, con el paso de los años “su liderazgo en el mercado disminuyó”.
La razón es que “cientos de otras compañías introdujeron sus propios productos” y la competencia en smartphones a día de hoy es considerable. Orr explica que Apple se ve obliga a responder, por un lado a las necesidades de “los inversores financieros” y, por otra parte, a las de “los consumidores. Los inversores financieros quieren aumentar la rentabilidad. Los consumidores quieren participar en la adopción y el uso de las nuevas tecnologías”, diferencia este experto. “Sin embargo, el iPhone no ha sido accesible para todos los mercados del mundo”. Orr diagnostica que “Apple ha sido incapaz de convertirse en un ‘todo para todos'”. Tras superar la limitación de “la capacidad de los operadores para ofrecer servicios LTE”, con mejoras de infraestructura y disponibilidad de espectro, se mantiene el problema del precio pese a la introducción de modelos de iPhone de gama de entrada como el iPhone C y el iPhone SE.
Ahora, con el iPhone X, lo que hace la firma de la manzana mordida es fijar “un nuevo nivel de valor” para aquellos clientes que desean “un dispositivo premium futurista. También se implementa un nuevo nivel de precio para reflejar la naturaleza de buque insignia del iPhone X”, aprecia el investigador de ABI Research. “Una oferta similar de smartphone en niveles ya existe en Samsung, mientras que se espera que sigan otros OEMs líderes. Esta nueva clase de iPhone le da a Apple la oportunidad de separar las expectativas de los inversores y del mercado. Soluciones de iPhone de bajo coste, como el iPhone SE, se pueden priorizar para mercados como la India” y “el iPhone X mejora la rentabilidad de los smartphones Apple, lo que compensará la presión de los precios a la baja y la rentabilidad en el extremo inferior del mercado”, según Jeff Orr.
Para Loizos Heracleous, profesor de Estrategia en la Warwick Business School, “la introducción por parte de Apple de un iPhone de” prácticamente “1.000 dólares es coherente con su estrategia de negocio de diferenciación y exclusividad, dirigiéndose al extremo superior del mercado en lugar de apuntar solamente a una mayor base de usuarios. Dado que el iPhone representa la mayor parte de los ingresos y beneficios de la compañía y que su curva de demanda es relativamente poco flexible -es decir, un cambio de precio tiene menos efecto en las ventas- esta estrategia de precios tiene sentido en términos de crecimiento de beneficios e ingresos”. En su opinión la “medida también es congruente con la imagen de Apple en las economías emergentes importantes como un teléfono exclusivo y como lo auténtico, a pesar de la disponibilidad de imitaciones mucho más baratas”.
“Si bien puede limitar la rápida expansión de usuarios”, valora Heracleous, el iPhone X “fortalece la imagen de marca y su atractivo como el móvil que la mayoría de la gente comprará cuando pueda hacerlo”. En definitiva, ¿será positivo su lanzamiento? ¿O podría acabar perjudicando a Apple? “La gente ha estado prediciendo la desaparición de Apple desde hace un tiempo”, dice Loizos Heracleous, “pero el rendimiento” de la compañía “ha estado creciendo más fuerte desde la prematura partida de Steve Jobs. Este movimiento de precios es un ejemplo de la esencia de la estrategia: ser capaz de tomar decisiones difíciles que son significativas para el rendimiento de la empresa”. Así, aunque “ningún movimiento está libre de riesgo”, parece que “tal y como están las cosas” es un “movimiento valiente que debería resultar positivo para la compañía en términos de rendimiento, y crear cierta distancia respecto a marcas de la competencia en términos de exclusividad”, sentencian desde la Warwick Business School.
¿Y venderá Apple mucho? Desde ABI Research apuntan a posibles problemas en la cadena de suministro para favorecer “volúmenes de producción en niveles similares a las presentaciones anteriores de iPhone”. En este sentido, su estimación es que “los suministros de los nuevos modelos premium estén limitados hasta 2017 y en la primera mitad del año natural 2018″. Por su parte, la consultora Strategy Analytics apuesta por que el iPhone X se convertirá en un éxito de ventas, impulsado por ganchos como la pantalla con tecnología AMOLED. De este modo tendría muchas papeletas para acabar siendo “el smartphone más vendido del mundo en el último trimestre de 2017″, por delante de los otros iPhone recién anunciados.
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