La realidad tiene dos caras. Un estudio de la Universidad de Oxford asegura que casi la mitad de los empleos en Estados Unidos son susceptibles de ser automatizados en las próximas dos décadas. Y el porcentaje se sitúa en el 35% en Reino Unido, según un informe realizado por la misma universidad y Deloitte. Sin embargo, también es cierto que buena parte de los trabajos que podían ser automatizados, ya lo han sido. Por ejemplo, la robotización en el sector industrial ha destruido muchos puestos laborales… pero también ha originado otros muchos empleos. Sencillamente, el trabajo humano se ha transformado.
Además, el peso de la industria en las economías avanzadas se ha reducido notablemente, por lo que la repercusión de la automatización se encuentra con ciertos límites. Ahora, la mayor parte de la población trabajan en servicios, como sanidad, educación, administración, hostelería, comercio, etc. Y aunque muchos de los trabajos son rutinarios, no todos serán sustituidos. Por ejemplo, los camareros no han sido reemplazados por máquinas autoservicio ni es previsible que lo sean, aunque sí suceda en algunos casos, ya que las personas siguen queriendo interactuar con otras personas.
Aunque todavía sea difícil hacer un pronóstico, hay algunas estimaciones acerca del impacto que tendrá la robotización en el mercado laboral. “En un informe de la consultora CBRE y Génesis con sede en China, los expertos creen que en el año 2025, casi el 50% de las ocupaciones existentes en la actualidad se habrán trasformado de tal modo debido a la evolución de la inteligencia artificial que habrán desaparecido o cambiado tanto que serán irreconocibles y requerirán capacidades totalmente distintas a las actuales. Si cogemos los puestos relacionados con estos sectores más susceptibles de ser robotizados -venta al detalle, transporte de proximidad, atención a clientes, construcción…-, nuestra estimación es que el porcentaje de trabajos robotizados en un plazo de 10 años estará alrededor del 60%”, adelanta Jaume Gurt, director de Organización y Desarrollo de personas de Schibsted Spain, propietaria de Infojobs.
Fernando Díaz, manager de Windmill Consultants,señala que “el ritmo de robotización depende de muchos factores”, siendo el sector de actividad el aspecto más importante. “Podemos hacernos una idea de la magnitud en entornos industriales de alta estandarización, como es el de los componentes electrónicos. La empresa taiwanesa Foxconn ha anunciado la intención de sustituir al 30% de su plantilla por robots en los próximos cinco años”, reseña.
Parece evidente que la llegada de los robots se está extendiendo a todos los ámbitos laborales y que repercutirá sustancialmente en los próximos años. “La robotización, que lleva años prosperando en empresas industriales con tareas muy repetitivas y fácilmente replicables por un robot, está penetrando cada vez más en áreas en que tradicionalmente se entendía que la pericia humana o la flexibilidad era fundamental, como la cirugía, la inspección de calidad ocular, los recorridos por almacén para realizar recogidas y agrupaciones de lotes, el movimiento por terrenos irregulares., etc.”, explica Díaz. “Además hay otro tipo de automatización inteligente, que no requiere necesariamente movimiento mecánico -es decir, que no requiere robots-, que hace que haya otras profesiones que vayan a demandarse menos. Por ejemplo, reconocimiento de personas y objetos en fotografías o vídeo, planificación de la producción y ‘scheduling’ en general. Estas tareas las pueden hacer algoritmos”, añade.
Gurt asegura que “la robotización supondrá un cambio de época y está claro que redefinirá la oferta laboral. Un número elevado de empleos en el sector servicios desaparecerá. Por ejemplo, ya hemos visto máquinas sustituyendo a las personas en las estaciones de metro para vender billetes o en las autopistas para pagar los peajes”.
Especifica que “las tareas mecánicas o repetitivas y aquellas que requieren de gestión de información -como Big Data- son las más susceptibles de ser automatizadas. Por ejemplo, el programa Watson de IBM incorpora una metodología para aprender del mismo modo que los seres humanos y se dice de él que podría ofrecer servicios cómo abogado o médico de cabecera. Estamos hablando de potentes ordenadores capaces de cubrir servicios que hoy realizan personas”.
Pero también se presentan nuevas opciones laborales. “En paralelo, se abre una gran oportunidad para nuevos tipos de empleo y se prevé que en 2020 el número de puestos de trabajo que requieran el conocimiento y uso de tecnología (TIC) se doblara en Europa respecto al que el mercado está demandando en el año 2015. Se habla de ‘pleno empleo’ para este sector y se teme que no podrán cubrirse todas las necesidades que tengan las empresas”, indica el portavoz de Infojobs.
Rodrigo Méndez, CEO de Tecnoempleo, coincide en el diagnóstico. “Creemos que la robotización redefinirá los perfiles profesionales en la industria, creando una gran demanda entre los profesionales tecnológicos que diseñen, operen y optimicen las plataformas robóticas de producción”, afirma. Así, destaca el previsible auge de profesiones como “ingenieros de automatización, todo lo relacionado con el Internet of Things, profesionales de Big Data para analizar y extraer conclusiones de los ingentes volúmenes de datos que se generarán, expertos en realidad aumentada y realidad virtual para el diseño, operación y mantenimiento de los robots, etc.”.
Igualmente, Iria Vázquez, directora de Servicios y Calidad de Adecco considera que “la automatización o robotización de los trabajos supondrá una evolución natural en los puesto de trabajo tal y como los entendemos a día de hoy. Se crearán puestos de trabajo nuevos, y gran parte de los existentes evolucionarán hacia una mayor especialización”.
Asimismo, Díaz asegura que “se crearán nuevos empleos, de mayor valor cualificación y mayor valor añadido”. Pero señala que aún no sabemos si “el neto de estas dos tendencias -creación y destrucción de empleo- será positivo o negativo”. En cualquier caso, reconoce que “para mantener los robots de una fábrica que sustituyen a quinientos operarios, no hacen falta quinientos ingenieros”.
¿Cuáles son los perfiles profesionales que más peligran en la ‘era de los robots’? “Los puestos de trabajo que más peligran son los relacionados con tareas muy mecánicas y tareas que pueden ser automatizadas. Según un informe de Davos, aquellas profesiones que más riesgo corren son las de oficina y los trabajos administrativos, empleos en procesos de fabricación y producción, y los relacionados con el ámbito de la construcción y la extracción”, explica Gurt.
Por su parte, el manager de Windmill Consultants remarca que “más que las profesiones, se van a robotizar las tareas. Por tanto, las profesiones que tengan más tareas que sean fácilmente divididas en procedimientos sencillos y repetitivos tienen papeletas para sufrir un buen ‘shock’. Todos tenemos en mente a Chaplin apretando tornillos, pero hoy las tareas que se pueden considerar ‘repetitivas’ son, a priori, mucho más complejas, y se están automatizando ya: redacción de textos sencillos, documentación y aglutinamiento de datos, rutas de reparto estables, control de puntos de calidad en tiempos y lugares predecibles. En el ámbito industrial destacamos trabajos en cadena de montaje, control de calidad, mantenimiento de rutina o planificación y control de la producción”. Así, advierte que “todo aquel que sienta que su trabajo se compone de las mismas tareas casi todos los días, debería analizar hasta qué punto su aportación personal es fundamental para realizarlo”.
En este mismo sentido, la representante de Adecco apunta que “cuanto mayor sea el componente intelectual de un trabajo, menor será la probabilidad de ser sustituido por un robot. Por otro lado, los puestos con mayor componente manual evolucionarán hacia posiciones más especializadas o de soporte a la tecnología”.
En el lado opuesto, el portavoz de Infojobs recuerda que “las tareas que requieren creatividad -diseño, creación de código…- o que tratan temas de relaciones y profundidad humano son complicadas de robotizar porque, a día de hoy, las máquinas no saben gestionar problemas complejos”. En esa línea, Méndez afirma que “todos los empleos con características creativas y de resolución de problemas son más difíciles de robotizar. Los humanos son extremadamente flexibles, así que seguirán teniendo ventaja en todo lo que suponga enfrentarse a retos nunca antes intentados”.
Igualmente, el manager de Windmill Consultants indica que “todo lo que tenga que ver con creatividad, definición de problemas, mejora de procesos, diseño de productos o servicios y, por supuesto, relaciones personales, es un seguro contra la robotización”.
Como curiosidad, BBC ofrece una comprobador de las posibilidades de automatización que tienen los actuales empleos, basándose en datos del mercado laboral británico.
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