Tras tomar el relevo de Léo Apotheker al frente de la empresa entonces conocida simplemente como Hewlett-Packard, Meg Whitman, se planteó de forma pública no realizar más adquisiciones de software. Su planteamiento coincidía con la turbulenta anexión de la británica Autonomy, que le costó varios miles de millones de dólares y unos cuantos quebraderos de cabeza a todo un referente tecnológico como HP. Para ella, Autonomy marcaba el fin de las grandes operaciones. Aunque en 2013 Whitman volvió sobre el tema de las compras de nuevas compañías para declarar que sí iban a ser parte del futuro de su organización de cara a promover estrategias y apuntalar productos. Y así ha sido.
Todavía como HP, el gigante californiano anunció desde entonces varios movimientos financieros destacables. Sin ir más lejos, el que supuso la absorción de Aruba Networks. Anunciado nada más arrancar marzo de 2015, el acuerdo de adquisición de la tecnología y la plantilla de 1.8000 empleados de Aruba suponía ratificar el interés de Whitman y los suyos por la movilidad empresarial. “Mediante la combinación de las soluciones de movilidad inalámbrica de Aruba con el portfolio líder de HP en el ámbito de las redes cableadas”, a cambio de 3.000 millones de dólares, HP podía proporcionar “soluciones de red más sencillas y seguras para ayudar a las empresas a desplegar fácilmente las redes móviles de nueva generación”, para ayudar a los negocios a adoptar un “nuevo estilo de TI”, en palabras de su máxima representante.
Algo antes, en septiembre de 2014, HP ya había aflojado la billetera para incorporar a Eucalyptus y su software de código abierto para nubes privadas y cloud computing híbrido. Así desembarcaba en la compañía el ex-CEO de MySQL, Marten Mickos. También previa adquisición de Aruba Networks llegó el pacto con Voltage Security, hace casi un par de años, para mejorar la propuesta de protección de la información de su nuevos propietarios a través de tareas de cifrado y tokenización. Otras compras recientes han sido las de ConteXtream en redes virtuales y el negocio Stackato de ActiveState. Por el camino se creó además una joint venture de servidores con Foxconn.
La separación de HP en dos empresas diferentes, HP Inc. y HPE, no ha sido motivo para frenar las adquisiciones durante los últimos años. Todavía con Meg Whitman al frente en calidad de presidenta y directora ejecutiva, Hewlett-Packard Enterprise ha seguido sumando nombres a su lista de la compra. Quizás no están al nivel de uniones históricas como las de Compaq, Palm o 3PAR, pero son compras al fin y al cabo. Casi todas ellas se concentran en el trascurso de 2016. Y son compras con significados muy concretos. Hace algo menos de un año, HPE se hizo con Trilead, que hasta entonces competía con Veeam Software en el campo del software para entornos virtualizados. Lo que hacía esta adquisición era elevar a condición de estratégica el área de las soluciones de HPE para protección de datos y backup.
El pasado fue también el año en el que HPE compró SGI previo desembolso de 275 millones de dólares, lo que le otorgó galones para incrementar su presencia en el mercado de servidores. SGI, experta en soluciones de alto rendimiento, ha enriquecido la cartera de HPE tanto con tecnología HPC como a través de capacidades analíticas y herramientas para procesar Big Data. Al mismo tiempo, HPE en 2016 cerró la transacción con una filial de Tsinghua Holdings para dar vida al H3C Group y se dividió de nuevo, escindiendo sus Enterprise Services y fusionándolos con CSC. En el capítulo de reestructuraciones los bienes de software de HPE considerados como no estratégicos, entre los que no se incluye la TI híbrida, acabaron mientras tanto experimentando un spin-off para luego fusionarse con Micro Focus. Esto es, Application Delivery Management, Big Data, Enterprise Security, Information Management & Governance y los negocios correspondientes a IT Operations Management.
El último acuerdo de adquisición firmado hasta la fecha por HPE tiene como coprotagonista a SimpliVity, un proveedor de infraestructura hiperconvergente que ha sido valorado en 650 millones de dólares. “Esta transacción”, ha declarado Meg Whitman, “amplía la capacidad definida por software de HPE y encaja perfectamente en nuestra estrategia para hacer que la TI híbrida sea sencilla para los clientes” que cada vez más “buscan soluciones que les proporcionen una infraestructura on-premise segura y altamente resistente en la economía de la nube. Ahí es exactamente donde estamos enfocados”, dice. Cuando HPE complete todos los flecos que quedan pendientes y tenga a SimpliVity en su poder, podrá modelar una oferta de hiperconvergencia construida específicamente para los clientes empresariales.
Entre sus características incluye una pantalla de ultra alta resolución 1.5K y lente dinámica biónica.
Bienvenido a un nuevo episodio del podcast semanal Silicon Pulse, un espacio en el que…
De los 942,1 millones de dólares que ingresó en el tercer trimestre, 900,3 millones corresponden…
“En 2024 se ha registrado un crecimiento exponencial en los ciberataques, con empresas de todo…
Durante su trimestre más reciente acumuló un total de 35.100 millones de dólares.
Durante su ejercicio fiscal 2024 mejoró un 9 % los ingresos totales subyacentes, por encima…